Rechazamos y repudiamos la “reforma permanente”
que propicia el gobierno en materia laboral,
previsional y tributaria. En especial las propuestas
que afectan a la Ley de Contrato de Trabajo.
Se trata, en realidad, de un ajuste sin fin
sobre los derechos e ingresos de los trabajadores,
con o sin empleo formal o jubilados.
En el correr de los días ha quedado claro que
se trata de una regresión de más de cien años
a situaciones de injusticia laboral, como lo
demuestra la intención de extender la jornada
laboral y habilitar a los empleadores a alterar
los horarios de trabajo, para lo que promueve
la creación de un denominado Banco de horas.
Se trata de un DESPOJO que:
1) Afectará el derecho a ordenar tu vida
cotidiana. El banco podrá extender y/o
reducir la jornada laboral, de tal manera
que las horas en exceso que ordene
trabajar un día, sean compensadas con
otras que ordene no trabajar otro día
donde entienda que la carga laboral es
menor. En nuestro caso está respaldado
para hacerlo por la incorporación de
tecnología que progresivamente reduce
la carga laboral y habilita al funcionamiento
del sistema 24 hs. durante todo el año.
Será muy difícil cobrar horas extras y se
eliminarán puestos laborales.
2) Reduce indemnizaciones. Excluyendo de
la base de cálculo horas extras, aguinaldo,
comisiones, premios, remuneraciones
variables, compensaciones de todo tipo.
Será más “barato” despedir y por ello más
fáciles los “aprietes” tan habituales en la
banca privada.
3) Elimina el concepto de “irrenunciabilidad”
de los derechos laborales establecido
por la Ley de Contrato de Trabajo. Por
dicho principio (art. 12 LCT) no son
válidas las renuncias de derechos, o la
aceptación de derechos inferiores a los
establecidos por la legislación o los acordados
en nuestra Convención Colectiva.
Como se sabe suele haber presiones en
los bancos para imponer acuerdos individuales
ilegales suscriptos entre empleado
y empleador, con la excusa, por ejemplo,
de evaluaciones de perfil arbitrarias o
fallas involuntarias en el desempeño, o
los que habitualmente se hacen firmar
como condición para ingresar a trabajar
en ciertos bancos, extendiendo la jornada laboral legal de 7,30 horas. Hoy estos
acuerdos, renunciando derechos, no son
válidos legalmente por el citado principio.
4) Reduce el tiempo, de 2 a 1 año, para
reclamar judicialmente por malas liquidaciones
o desconocimiento de horas
extras o categorías tan frecuentes en
nuestra actividad.
5) Establece la posibilidad de que “trabajadores
independientes”, con hasta
cuatro colaboradores, tengan un régimen
especial reducido comprendiendo régimen
previsional, de sistema de salud y
riesgos del trabajo. Tales trabajadores
“independientes”, habida cuenta de la
tecnología disponible, serán funcionales
al habitual fraude de las tercerizaciones
en casi todas las áreas de los
bancos, incluyendo la comercial.
6) Elimina la corresponsabilidad de las
empresas que acuden al fraude de las
tercerizaciones para resolver la carga
laboral normal y habitual, afectando derechos
de trabajadores de todas las ramas
de nuestro convenio colectivo, a los que
no se les reconoce el carácter y salarios
de los bancarios.
7) Recrea el fraude de las “pasantías”,
subsidiando a las empresas que asuman
programas de empleo joven donde se
explota a los pasantes negándoles derechos
que, como se ha comprobado en
nuestra actividad, corresponden a las
funciones que asumen tras un plazo de
inducción de no más de quince días, habilitando
al empleador a reemplazar por un
salario reducido a otros trabajadores.
8) Reduce, también con la propuesta en
materia de sistema tributario, aportes y
contribuciones patronales de todo tipo al
sistema de seguridad social, agudizando el
desfinanciamiento del sistema previsional.
9) En materia previsional afecta la base de
cálculo de las jubilaciones, la asignación
universal por hijo y todo tipo de
planes sociales.
10) Blanquea la elusión de contribuciones a
la Seguridad Social y al sistema tributario
tan habitual en las tercerizaciones en
nuestra actividad limitando derechos de
los trabajadores afectados.
11) Acentúa la carga tributaria sobre el
trabajador en relación de dependencia,
mientras exime de responsabilidades
tributarias a los empresarios en general.
Deja sin resolver la injusticia del
impuesto al salario.
12) Habilita a las patronales a impulsar en las
paritarias la creación de fondos de cese
laboral, con pseudo aporte patronal,
solventado indirectamente por los trabajadores
vía la rebaja salarial que se
opera si se aplica la reforma.
A todo ello, medidas análogas a las que dieron
resultados negativos en todo el mundo, se
suma:
La presión que existe en nuestra actividad
para imponernos un nuevo acuerdo
salarial con un tope del 10% y la extensión
a 2 años de vigencia.
Medidas de supuesta austeridad de los
bancos reduciendo la seguridad de
trabajadores y clientes.
Que la actividad financiera obtiene una
estratosférica rentabilidad, prestándole
al estado y despegándose peligrosamente
de la cada vez más débil economía
real de nuestro país. Que contemporá-
neamente descapitalizan el Banco Central
-por el festival de títulos emitidos-, el
Banco Nación, pues se hace “caja” con
él, y en general todos los bancos públicos,
sobre los que recaen riesgosas operatorias,
como ser las líneas de crédito
hipotecario UVA. Este es un conocido
camino hacia el quebranto.
Tal ajuste, que terminará de sumergir el mercado
interno -a la par que se reduce la posibilidad
de empleo en condiciones justas de
labor-, es en favor de las grandes corporaciones
empresarias, para sostener un
esquema social y económicamente inviable,
en perjuicio de los trabajadores y los
sectores productivos.
Por ello, no nos cabe duda que debemos oponernos
a tales reformas, ratificando nuestra
participación en la Corriente Federal de Trabajadores
de la CGT, articulando con el movimiento
sindical y los sectores afectados,
exigiendo a todos los legisladores que lo
rechacen. Debemos actuar con decisión, en
defensa de nuestros derechos. Convocamos
a todos los bancarios al estado de Alerta y
Movilización.
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